sábado, 3 de abril de 2010

Tres propuestas, la segunda

ESTRUCTURA INTERNA DE LA FACULTAD, ARTICULADA CON LA REALIZACIÓN DE LAS PRIORIDADES ESTRATÉGICAS:

La estructura organizativa de la Facultad y sus procesos y procedimientos deben respaldar la orientación estratégica que la comunidad desarrolle para el logro de los deberes misionales de la Universidad. Adelantos significativos se han logrado en la Facultad con el programa UN- SIMEGE y las iniciativas de mejoramiento de la gestión. Es necesario continuar avanzando en el funcionamiento integral de los procesos y procedimientos de la Facultad, mediante una adecuada atribución de deberes y responsabilidades a las dependencias de dirección, con el establecimiento de políticas de reinversión y ejecución que posibiliten sacar el mayor provecho de las actividades realizadas y proyectadas por y para la comunidad, y que favorezcan, entre otros temas, los siguientes:

el apoyo y la calidad de los servicios ofrecidos a los estudiantes de postgrado, para que tengan una formación en investigación de categoría mundial,

la movilidad docente y de los estudiantes de pregrado y postgrado,

el intercambio académico,

la formación hacia la excelencia,

la búsqueda permanente de una mayor visibilidad y reconocimiento nacional e internacional

la gestión de actividades con egresados y pensionados,

la gestión centrada en el buen trámite y libre de cualquier tipo de compromisos,

la ordenada y oportuna ejecución presupuestal,

la economía y celeridad y

el desarrollo de mecanismos de gestión financiera para fortalecer y emprender posibilidades consensuadas y relevantes para la generación de ingresos y uso oportuno de los recursos.

Es muy relevante notar que, en la actualidad, el principal problema de las autoridades de gobierno en la gestión pública y privada a nivel global, es su posibilidad de constituirse en reguladores y exportadores de riesgos para sus comunidades gobernadas. Esto significa que, más que constituirse en generadores de posibilidades para el beneficio colectivo, se instauran como reguladores y “evitadores” de posibles riesgos, lo que redunda en mayores niveles de gobernabilidad. En la Facultad de Agronomía debe garantizarse que estas prácticas no se presenten. Concebir una Facultad para todos, que promueva el bienestar de sus integrantes, redundará en la conformación de un mejor tejido social, donde predominen sinergias logradas por la identificación mutua en valores y por la renovación de sus relaciones de confianza.

En docencia, deben garantizarse las prácticas docentes- estudiantiles de vital importancia en la profesión, el adecuado acceso a los servicios que ofrece la Facultad, el cumplimiento en el desarrollo de los cursos, la oportuna tutoría y orientación en los trabajos de grado, tesis y pasantías, la visita de profesores de destacado nivel internacional, entre otras, de manera que pueda concretarse el interés institucional de hacer de la Universidad una verdadera universidad para los estudiantes.

En investigación y extensión, el trámite oportuno, las políticas equitativas de gestión y de inversión y reinversión, así como el acompañamiento y la gestión por parte de la dirección, al servicio de su comunidad, constituyen los principales aspectos a adelantar.

Un trabajo colectivo, centrado en proyectos estratégicos, cuyos resultados se canalicen en beneficio de la docencia, es un mecanismo útil para articular la docencia, la investigación y la extensión. Mecanismos como éste, deben fomentarse para lograr la integración de las funciones misionales.

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